Aunque las empresas suelen considerar el riesgo económico y tienen las herramientas y la experiencia para prevenirlo, controlarlo y gestionarlo, generalmente están menos equipadas para anticipar o tratar el riesgo criminal. Sin embargo, una buena gestión del riesgo criminal es esencial para apoyar el buen gobierno y la reputación de las empresas, pero también para minimizar los costes potenciales asociados a las sanciones penales, o el impacto de la reputación en las empresas y sus productos. Sin embargo, la vida económica y comercial está hoy en día cada vez más regulada por el espectro penal, reforzado por una tendencia a la criminalización de la gestión de las empresas, especialmente en vista de las exigencias de los sistemas jurídicos nacionales, pero también del derecho europeo e internacional.

El riesgo penal para las empresas es particularmente elevado para aquellas que desarrollan operaciones a nivel internacional y la gestión de este riesgo es particularmente compleja en un contexto internacional o transnacional. Algunas acciones pueden ser sancionadas penalmente en un Estado y no en otro, y algunas prácticas pueden ser comunes en el Estado anfitrión y totalmente ilegales en el Estado donde la empresa tiene su sede. Además, se puede incurrir en responsabilidad empresarial y se pueden entablar acciones penales contra una empresa ante los tribunales del Estado en el que tiene su sede por actividades extraterritoriales.

Hennebel Avocats asesora y apoya a las empresas en el desarrollo de una estrategia adaptada y hecha a medida para prevenir el riesgo criminal en la dimensión internacional de sus actividades. Para ello, realizamos, junto con nuestros socios, un trabajo de auditoría e investigación para identificar los riesgos de cada nueva operación internacional, y proponemos a la empresa la implementación de herramientas adaptadas al contexto internacional de sus actividades, incluyendo la adopción de códigos de buena conducta ad hoc, cartas éticas, programas de formación y mecanismos de control y seguimiento. Además, es fundamental que la empresa disponga de un plan de crisis adecuado, en el que se especifiquen los procedimientos a seguir en caso de infracción penal, con el fin de gestionar este tipo de riesgos de la manera más eficaz posible